Comenzamos es día, lloviendo a mares en casa de Javi, en el centro de Madrid, y nuestra maravillosa Leti de Estudio Castizo fue a casa de la novia.

En casa de Javi, estaban todos nerviosos, acicalándose y poniéndose más guapos si cabe, con prisas pero con esas caras de emoción y alegría.

Estuvo genial para romper el hielo y que todos se sintiesen más cómodos, nos reímos unas pocas de veces y además de las fotos de rigor, pudimos captar esos momentos que tanto nos gustan y por los que amamos poder conseguir que volváis a sentir el momento.

Ya en el colegio Mater Salvatoris, la lluvia seguía, y corriendo nos metimos, invitados, novio y fotógrafos, a recibir “desde dentro” a la novia…La ceremonia fue solemne y muy religiosa, me trajo muy buenos recuerdos, pues tiempo hacía que no teníamos una boda religiosa.

De ahí nos fuimos directos a celebrarlo, habían decidido hacerlo en un chalet en una urbanización privada de Pozuelo, donde a modo de un maravilloso cocktail, los invitados, familiares y amigos pudieron degustar grandes manjares y pasárselo genial, bajo una magnífica carpa que decidieron instalar en el jardín para la ocasión y así poder disfrutar del exterior a pesar de la lluvia.

Otro día perfecto que la lluvia no pudo mojar esta vez.

 

 

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